La formación ética y cívica en la Universidad. El papel de los docentes
Date
2013-07Discipline
EducaciónAbstract
La Universidad se enfrenta hoy a unas circunstancias sociales que obligan
a replantearse el marco teórico básico de las funciones de su profesorado. Es más, lo que
hoy día está suscitado es un debate internacional respecto a la misión y futuro de la Universidad,
en parte provocado por la crisis económica (cfr. BIS, 2011; Bowen, 2012). La
situación actual de los profesores universitarios en relación con su capacidad formativa
en aspectos éticos, cívicos y de desarrollo humano sostenible necesita aliento, un plan
de formación permanente, un intercambio fluido que entendemos puede darse a través
de redes de universidades. Sobre el docente recaen responsabilidades de enseñanza, investigación,
difusión del saber; compromiso que convendrá promover en quienes deseen
ejercer esta profesión en el mundo actual. La tarea educativa se enfrenta a diversos y apasionantes
retos, dilemas y problemas. Estamos en un mundo plural –con una realidad
intercultural–, una sociedad con graves desajustes socio-económicos-culturales y una
Universidad en cierto modo masiva, que busca ser inclusiva (Delors, 1996). Ante este
panorama los profesores necesitan una ética profesional que aborde el papel que se les
asigna socialmente como transmisores de conocimientos y cultura, así como suscitadores
de personas críticas, con curiosidad intelectual, honestidad, etc. Y es ahí donde surgen
muchas dudas, dudas que convendrá responder desde planteamientos éticos: ¿qué
contenidos transmitir?; ¿en función de qué criterios se seleccionarán?; ¿cuáles son los
valores que hay que promover, qué se valora, qué hacer desde las aulas universitarias para despertar intereses en el alumnado?; ¿cómo se despierta real y adecuadamente el sentido
crítico? Esto requiere capacitación y trabajo personal comprometido. Exige visión integral
de la formación universitaria, no solamente como ámbito de transmisión de saberes
sino como ámbito compartido de búsqueda de la verdad. En este marco, es interesante
pensar en redes de universidades que impulsen este punto de vista, sumando esfuerzos
para lograr docentes especializados, generar material de apoyo, realizar investigaciones y
renovar los currículos. University is currently confronted with a social panorama that requires the
re-establishment of the theoretical framework that defines the role if its academics. Furthermore,
today the prominent international debate in the field of higher education
is concerning the mission and future of Universities in the shade of economic crises
(Bowen, 2012) and social injustice. In order to adequate University and academics to
the present challenges of socio-political and civil demands academics need a permanent,
life- long training, that can be offered through the networking and collaboration among
universities. Academics have to cope at the same time with teaching tasks, research, and
dissemination of knowledge in a context of pluralistic and multicultural society. University
should overcome the disadvantage of its massive dimension and reassure its inclusive
character (Delros1996). Academics should base their ethics on the notion of their role as
agents for cultural transmission and change, enhancing critical approach and capable of
inspiring intellectual reflexion. In this line the questions of Academics preparation and
training acquires maximum relevancy.