Charlie Chaplin & Buster Keaton comic anthiero extremes during the 1920S
Charlie Chaplin y Buster Keaton los dos extremos del antihéroe cómico durante los años veinte
Author(s)
Gehring, WesDate
2017-11Discipline
FilosofíaAbstract
The essay is a revisionist look at James Agee’s famous
article “Comedy’s Greatest Era” –keying on Buster Keaton and Charlie
Chaplin– ‘the comedy auteurs’ of the 1920s. However, while Chaplin
was the giant of the era, period literature showcases that Keaton was a
popular but more cult-like figure. (See my forthcoming book: Buster
Keaton in his own time, McFarland Press). However, Keaton is now
considered on a par with Chaplin. While the inspired comedy of Chaplin
will be forever timeless, Keaton now seems to speak to today. At least during this decade, Chaplin embraces the emotional humanistic heart
of a Dickens past, while Keaton ponders the cerebral existentialism of
a Camus, or Beckett. Life is messy but for Chaplin, art is where you get
it right... if for only 90 minutes. Keaton’s message/reminder is that life
is chaos.... a rough cut “movie” that just stops. Or, as Kafka observed,
“The meaning of life is that it ends”. Truly two perspectives to ponder. El ensayo es una mirada revisionista del famoso artículo
de James Agee “La época más grande de la comedia” –centrándose en
Buster Keaton y Charlie Chaplin, “los autores de la comedia cinematográfica”
de la década de 1920–. Por más que Chaplin fuese considerado
el gigante de la época, la literatura del momento mostraba que Keaton
no solo era considerado una figura popular, sino también más culta
(cf. mi próximo libro: Buster Keaton en su propio tiempo, McFarland
Press). En cambio, en los estudios actuales Keaton es considerado ya en
la misma categoría que Chaplin. Mientras que la comedia inspirada por
Chaplin se considera por siempre intemporal, Keaton nos parece ahora
que habla para el día de hoy. Al menos durante esta década, Chaplin
abraza el corazón humanista emocional de un pasado al estilo de Dickens,
mientras que Keaton reflexiona sobre el existencialismo cerebral
de un Camus o de un Beckett. La vida es confusa, pero para Chaplin, el
arte es lo que consigue enderezarla, al menos durante noventa minutos.
El mensaje o el recordatorio de Keaton es que la vida es un caos… una
áspera “película” que finalmente termina. O, como Kafka observó, “el
significado de la vida es que termina”. Verdaderamente dos perspectivas
para reflexionar.