Pobreza y hambre en el mundo: análisis interdisciplinar
Author(s)
Sánchez García, José Luis



Date
2016Discipline
HumanidadesAbstract
El presente estudio científico se desarrolla con el objetivo de constituir un análisis preliminar y propedéutico de las cuestiones que, con mayor profundidad y detalle, se abordarán en el Congreso Internacional que, bajo el título “Pobreza y denuncia sobre la destrucción de alimentos. Hambre en el mundo y alimentos emergentes: por una Nueva Humanidad”, tendrá lugar en octubre, los días 13, 14 y 15, de este mismo año, en la Universidad Católica de Valencia (UCV), dentro de la línea de investigación permanente y de carácter multidisciplinar de la Cátedra de Teología de la Caridad Santo Tomás de Villanueva, que promueve nuestra universidad.
El problema del hambre en el mundo es una cuestión compleja, motivada por diversas causas y de distinta índole, y que, por consiguiente, debe ser abordada de forma interdisciplinar, desde distintos ámbitos del conocimiento y desde diversas perspectivas.
Nuestro estudio se plantea dos grandes objetivos que vamos explicitar en estas páginas. El primero de ellos, es hacer una denuncia grave y rotunda sobre la destrucción de alimentos en el mundo. Queremos testimoniar que hay grandes cantidades de alimentos que se desechan injustificadamente; se desperdician, se tiran a la basura o simplemente son destruidos. Se está produciendo una destrucción masiva de alimentos, un hecho muy grave, que ya ha sido denunciado en muchos lugares y en muchos foros. El segundo, es que queremos analizar la vía de las nuevas fuentes de alimentación para la humanidad, explorando las posibilidades que ofrecen los alimentos emergentes, reflejando las posturas más relevantes, controvertidas o no, que existen al respecto en el seno de la comunidad científica, pero intentando vislumbrar en ellas, posibles soluciones de presente y de futuro al problema del hambre en el mundo, siempre desde una perspectiva de respeto a la dignidad humana y al medio ambiente, en el contexto de una “auténtica ecología humana”1 a la que nos llamó Juan Pablo II.