Impacto en el estado de inflamación de pacientes con esclerosis múltiple, tras tratamiento con epigalocatequina galato y aceite de coco. Disminución del riesgo cardíaco
Author(s)
Platero Armero, José LuisDate
2023-03-24Discipline
MedicinaAbstract
Marco teórico: la esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurodegenerativa
crónica, de carácter inflamatorio, desmielinizante y autoinmune. Entre sus mecanismos
patogénicos destaca un alto estrés oxidativo y alteraciones energéticas a nivel
mitocondrial que implican a su vez elevados niveles de inflamación; y sintomáticamente
cambios antropométricos, caracterizados por disminución de la masa muscular
acompañada de aumento de la masa grasa, lo que conllevan incapacidad funcional
progresiva. Estos cambios suelen promover la presencia de obesidad, especialmente a
nivel abdominal, íntimamente relacionada con la inflamación, y que a su vez implica
riesgo de alteraciones cardiacas presentes en muchos de los pacientes.
La administración del polifenol epigalocatequina galato (EGCG); y el aumento en sangre
de cuerpos cetónicos (especialmente βHB) tras metabolismo hepático de alimentos ricos
en ácidos grasos de cadena media (AGCM) entre los que destaca el aceite de coco,
muestran efectos antiinflamatorios y beneficios sobre variables antropométricas y
bioquímicas, que disminuyen el riesgo cardiovascular.
Objetivos: como objetivo principal se plantea evaluar el impacto de la intervención de
EGCG y aceite de coco en los niveles de inflamación relacionados con la actividad
cardíaca de pacientes con EM; y como objetivos secundarios, determinar la posible
mejora antropométrica, los cambios en el perfil lipídico y el impacto en el riesgo cardíaco,
tras la intervención.
Material y métodos: se realizó un estudio piloto, prospectivo, analítico cuantitativo y
experimental mediante un ensayo clínico. La muestra poblacional inicial del estudio fue
de 72 pacientes diagnosticados de EM, de los cuales a 57 se les realizó el estudio
antropométrico; y finalmente 51 recibieron el tratamiento o placebo durante 4 meses, para
lo cual fueron asignados al azar en un grupo control y un grupo intervención. Este último
tomó la dosis diaria de 800 mg de EGCG y 60 ml de aceite de coco, mientras que el grupo
control recibió un placebo; todos los pacientes del estudio siguieron una dieta isocalórica
de naturaleza mediterránea, adaptada individualmente. Antes y después de la intervención
se midieron: variables antropométricas, permitiendo detectar la presencia de obesidad
abdominal y riesgo cardíaco; diferentes marcadores en sangre como: niveles de βHB,
lipoproteínas (como colesterol total (CT), lipoproteínas de alta densidad (HDL) y baja
densidad (LDL), apolipoproteína A-1 (APOA-1) o triglicéridos (TG)), haptoglobina (Hp), proteína C reactiva (PCR), actividad de la paraoxonasa 1 (PON1),
butirilcolinesterasa (BuChE), albúmina, cortisol, e interleuquina 6 (IL-6); y la Escala
Expandida de Estado de Discapacidad (EDSS) que determina la capacidad funcional.
Resultados: a nivel antropométrico, el 87,7% de los pacientes con EM presentan
obesidad abdominal, los cuales además presentan un índice de masa corporal (IMC),
porcentaje de grasa corporal, circunferencia de la cintura, ratio cintura cadera (RCC) y
ratio cintura altura (RCA) significativamente más altos que los pacientes sin obesidad
abdominal. Además, la IL-6 es significativamente más alta en los pacientes con obesidad
abdominal (mientras que no existen diferencias en los valores medios de la actividad de
PON1), y muestra una correlación significativa y positiva con la circunferencia de la
cintura y RCA. Tras el tratamiento, se observó únicamente en el grupo intervención una
disminución significativa del porcentaje de grasa, RCC y el peso de grasa; y un aumento
significativo del porcentaje de masa muscular. Y en cuanto a los biomarcadores,
únicamente en el grupo intervención aumentó significativamente en sangre: βHB,
BuChE, la actividad de PON 1 y la albúmina; y la IL-6 y los triglicéridos disminuyeron
significativamente (al igual que EDSS, lo que representa una mejora en la capacidad
funcional). Mientras que en el grupo control solo disminuyó IL-6. El cortisol no mostró
cambios para ninguno de los grupos. Además, la BuChE únicamente correlaciona
significativa y positivamente en el grupo intervención con los porcentajes de masa grasa,
los niveles de TG en sangre y la actividad de PON1. También, y a pesar de que las mejoras
musculares solo se dan en el grupo intervención, y que Hp muestra correlación
significativa y positiva con los niveles de IL-6 y negativa con el porcentaje de músculo
previa a la intervención, los niveles de Hp en la sangre no variaron en este grupo. En
cuanto a las lipoproteínas en sangre, el CT aumento significativamente en ambos grupos,
HDL aumentó solo en el grupo control, y los TG, que muestran diferencia tendencia entre
los grupos (con incremento en el grupo control y disminución en el de intervención), tras
análisis como muestras independientes mostró diferencias significativas con niveles más
bajos en el grupo intervención. Además, solo en el grupo intervención, los TG
correlacionan significativamente con los valores de EDSS de manera positiva, y a su vez
estos valores de EDSS correlaciona significativa y positivamente con los valores de PCR
en sangre, lo que parece indicar la relación de los niveles elevados de TG e inflamación
con la capacidad funcional. Finalmente, y posiblemente como consecuencia de estos cambios antropométricos y
moleculares, se pudo observar una mejora en el riesgo cardíaco únicamente en el grupo
intervención, disminuyendo el número de pacientes de alto riesgo y aumentando el de
moderado o bajo riesgo.
Conclusiones: los pacientes de EM presentan obesidad abdominal asociada a mayor
inflamación. La intervención de EGCG y aceite de coco en pacientes con EM parece
disminuir el estado de inflamación característico de la enfermedad, lo que podría explicar
a su vez la disminución en el riesgo cardíaco. Esto podría deberse a una mejora
antropométrica, con incremento de masa muscular y disminución de masa grasa. En estos
cambios, BuChE parece tener un papel en el aumento de la actividad lipolítica, mientras
que la albúmina y Hp podrían representar roles en: disminución de grasa abdominal, y
regeneración muscular asociada con mejora en el nivel de inflamación, respectivamente.