The horror of loss: Reading Jennifer Kent's the Bahadook as a trauma narrative

Abstract

This article responds to the critical debate around Jennifer Kent's horror movie, The Babadook (2014), by offering an analysis that moves beyond its use of generic codes and its sociopolitical representation of maternity. It contends that reading the film as a trauma narrative allows us to better understand the horrifying experience suffered by Amelia Vanek (Essie Davis): her husband's premature death in a car accident. Taking Dominick LaCapra's concepts of acting out and working through as key interpretive tools, the analysis demonstrates how Kent conveys posttraumatic stress disorder as both a visceral and a material experience, inscribing absence and loss onto the cinematic texture of the film. The article offers the conclusion that, as The Babadook enacts Amelia's process of recuperation, figured as a psychosomatic struggle against her monstrous Other, she becomes able to express her trauma and, in doing so, is finally able to accept her husband's death.

Este artículo responde al debate crítico sobre la película de terror de Jennifer Kent, El Babadook (2014), ofreciendo un análisis que va más allá de su uso de códigos genéricos o la representación sociopolítica de la maternidad. El artículo argumenta que interpretar la película como una narrativa sobre el trauma nos permite entender mejor la horrible experiencia sufrida por Amelia Vanek (Essie Davis): el fallecimiento prematuro de su marido en un accidente de tráfico. Tomando los conceptos de Dominick LaCapra de acting out y working through como herramientas interpretativas clave, el análisis muestra la manera en que Kent caracteriza el síndrome del estrés postraumático como una experiencia tanto visceral como material, imprimiendo los conceptos de ausencia y pérdida en la textura cinematográfica de la película. El artículo ofrece como conclusión que, a medida que El Babadook recrea su proceso de recuperación, presentado como una lucha psicosomática contra un “otro yo” monstruoso, Amelia es capaz de expresar su trauma y, al hacerlo, finalmente logra aceptar la muerte de su marido.