Hábitos saludables en la primera adolescencia y efectos del programa de intervención enfermera: “Aprendo y Adquiero Hábitos Saludables”.
Author(s)
Miravalls Torres, RaquelDirector(s)
Pablos Monzo, Ana
Date
2020-07-17Discipline
EnfermeríaKeyword(s)
ObesidadAdolescencia
Hábitos saludables
Educación para la salud
Salud escolar
Enfermera escolar
Obesity
Adolescence
Healthy habits
Health education
School health
School nurse
Abstract
La obesidad se ha convertido en uno de los problemas de salud más graves de la sociedad y se relaciona con multitud de afecciones y complicaciones en la pubertad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la prevalencia del sobrepeso y la obesidad entre los niños y adolescentes de 5 a 19 años se ha incrementado dramáticamente, y ha pasado del 4% en 1975 a algo más del 18% en 2016.
La población a la que va dirigida este estudio comprende edades de entre 10 y 13 años, dentro de la adolescencia temprana. La adolescencia es una etapa en la que se producen importantes cambios biológicos y psicosociales a gran velocidad influyendo en todos los aspectos de la vida de los adolescentes. Esos cambios identifican la adolescencia como un periodo único en el ciclo de vida y un momento importante para establecer las bases de una buena salud en la edad adulta.
En este trabajo se plantean dos estudios, el primero es un estudio descriptivo de la situación antropométrica, de condición física y de hábitos de salud en una muestra de escolares de 5º y 6º de primaria de las tres provincias de la Comunidad Valenciana en relación al género. El segundo es el estudio de los efectos de un programa de intervención “Aprendo y Adquiero Hábitos Saludables” (AYAHS) en escolares de 5º y 6º de una zona básica de salud, llevado a cabo por la enfermera comunitaria.
En el primer estudio participaron un total de 497 adolescentes, y tenía por objetivos, determinar las diferencias por género en variables del estilo de vida y de la condición física y verificar los determinantes relacionados con el estilo de vida y la condición física para una población española de 10 a 12 años con un nivel socio-económico medio. Las variables analizadas fueron el IMC, variables de condición física (agilidad, flexibilidad y capacidad cardiorrespiratoria), y variables de hábitos de salud (calidad y frecuencia alimentaria, práctica de actividad física, sedentarismo y descanso nocturno). Tras analizar los resultados encontramos diferencias significativas entre chicas y chicos para las variables de calidad y frecuencia alimentaria, actividad física, sedentarismo, flexibilidad y consumo máximo de oxígeno. En el análisis predictivo los modelos predijeron significativamente el IMC para la muestra total siendo las variables explicativas la calidad del desayuno, el sedentarismo de pantalla, el max y la agilidad . La calidad del desayuno, los minutos de actividad física, la agilidad y el VO2max predijeron el IMC para la muestra de chicos. La calidad del desayuno, la agilidad y el VO2max predijeron el IMC para la muestra de chicas.
En el segundo estudio participaron 144 adolescentes y tuvo por objetivo determinar los efectos de un programa de promoción de hábitos saludables impartido por la enfermera comunitaria sobre los hábitos y conocimientos de salud en escolares de 5º y 6º de primaria. En este caso se trata de un estudio cuasi-experimental, con dos grupos paralelos, con mediciones pre-post intervención. La muestra quedó conformada por 144 estudiantes repartidos en grupo control (GC; n=65) y grupo intervención (GI; n=79). Las variables que se valoraron fueron los conocimientos y los hábitos de salud (calidad y frecuencia alimentaria, actividad física, sedentarismo y descanso nocturno). Después de la intervención encontramos diferencias estadísticamente significativas en el
test de conocimientos (p<0,01) y en la calidad (p<0,05) y frecuencia (p<0,05) alimentaria de los alumnos incluidos en el GI. No hubo cambios significativos (p>0,05) en las horas semanales de práctica de actividad física, de sedentarismo y de descanso nocturno. Tras la intervención se observa que un 67,1% del alumnado del GI pasa menos de 2 horas sedentarias al día frente al 55% del GC. En cuanto a la práctica de actividad física, el 63,3% del alumnado del GI realizaba más de 60 minutos/día tras la intervención frente al 58,5% del GC.
En conclusión, en el primer estudio los hallazgos apoyan la necesidad de desarrollar estrategias nacionales de promoción de hábitos saludables desde la niñez cuyos pilares sean la realización de una dieta saludable, la disminución del tiempo de sedentarismo, especialmente de pantallas, y la práctica de actividad física a intensidades vigorosas que permitan un aumento del consumo máximo de oxígeno y una mejora de la agilidad. En el segundo estudio la educación para la salud (EPS) proporcionada por la enfermera comunitaria en el colegio mejora los conocimientos en hábitos saludables y, como consecuencia, los hábitos de salud de los alumnos. Esto nos lleva a hipotetizar que la figura de la enfermera escolar podría ayudar a mejorar estos hábitos en mayor medida. Obesity has become one of the health problems more graves of society and is related to a multitude of afflictions and complications in puberty. According to the World Health Organization (WHO), the prevalence of overweight and obesity among children and adolescents from 5 to 19 years has increased dramatically, and has increased from 4% in 1975 to just over 18% in 2016.
The population to which this study is addressed includes ages between 10 and 13 years, within early adolescence. Adolescence is a stage in which important biological and psychosocial changes occur at great speed influencing all aspects of adolescents' lives. These changes identify adolescence as a unique period in the life cycle and an important moment to establish the foundations of good health in adulthood.
In this work two studies are proposed, the first one is a descriptive study of the anthropometric situation, physical condition and health habits in a sample of 5th and 6th grade primary school children of the three provinces of the Valencian Community in relation to gender. The second is the study of the effects of an intervention program "I Acquire and Acquire Healthy Habits" (AYAHS) in 5th and 6th grade students of a basic health area, carried out by the community nurse.
In the first study a total of 497 adolescents participated, and had as objectives, to know the differences by gender in lifestyle and physical condition variables and to know the determinants related to lifestyle and physical condition for a Spanish population from 10 to 12 years old with a medium socio-economic level. The variables analyzed were BMI, physical condition variables (agility, flexibility and cardiorespiratory capacity), and health habits variables (quality and frequency of food, physical activity, sedentary lifestyle and nighttime rest). After analyzing the results, we found significant differences between girls and boys for the variables of quality and food frequency, physical activity, sedentary lifestyle, flexibility and maximum oxygen consumption. In the predictive analysis, the models significantly predicted the BMI for the total sample and for the group of boys and girls, with the explanatory variables being breakfast quality, sedentary lifestyle, VO2max and agility.
The second study involved 144 adolescents and aimed to know the effects of a program to promote healthy habits taught by the community nurse about health habits and knowledge in 5th and 6th grade primary school children. In this case, it is a quasi-experimental study, with two parallel groups, with pre-post intervention measurements. The sample consisted of 144 students divided into a control group (GC, n = 65) and an intervention group (GI, n = 79). The variables that were assessed were knowledge and health habits. After the intervention, we found statistically significant differences in the knowledge test (p <0.01) and in the quality (p <0.05) and food frequency (p <0.05) of the students included in the GI. There were no significant changes (p> 0.05) in the weekly hours of physical activity, sedentary lifestyle and night rest. After the intervention it is observed that 67.1% of the GI students spend less than 2 sedentary hours per day compared to 55% of the CG. As for the practice of physical activity, 63.3% of the GI students performed more than 60 minutes / day after the intervention compared to 58.5% of the CG.
In conclusion, in the first study our findings support the need to develop national strategies to promote healthy habits from childhood whose pillars are the realization of a healthy diet, decreased sedentary time, especially screens, and the practice of activity physical at vigorous intensities that allow an increase of the maximum consumption of oxygen and an improvement of the agility. In the second study, health education (EPS) provided by the community nurse in the school improves knowledge in healthy habits and, as a consequence, the health habits of the students, so that the figure of the school nurse would help improve these habits to a greater extent.